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domingo, 1 de diciembre de 2013

La mayor extinción sobre la Tierra fue provocada por la unión de continentes




De acuerdo con los científicos, la Gran Mortandad que supuso el fin del periodo Paleozoico, también conocida como Era Primaria, provocó la eliminación de 7 de cada 10 especies de animales terrestres y de 9 de cada 10 marinos y la desaparición completa de los insectos de la fauna de aquel periodo.


No obstante, los paleontólogos aún no han podido encontrar una causa cierta y generalmente aceptada para esa mortalidad masiva, contando solo con ciertas hipótesis como una intensa actividad volcánica, el envenenamiento de los mares y de la atmósfera o incluso la colisión de uno o varios asteroides.

Una de las teorías que pueden arrojar luz sobre este cataclismo ecológico global aparece descrita en un reciente estudio elaborado por dos científicos chinos, Hongfu Yin y Haijun Song, de la Universidad China de Geociencias en Wuhan, y afirma que el principal responsable de la Gran Mortandad fue la formación del nuevo continente Pangea ('toda la tierra', en griego) y de un único océano gigante, Pantalasa ('todos los mares', en griego), que rodeaba la enorme masa de tierra de 200 millones de kilómetros cuadrados.  

Según el estudio de Yin y Song, publicado en la revista 'Science China Earth Sciences' y cuyos detalles se explican en la página web de 'Astrobiology Magazine', la unión de las tierras emergidas fue el primer acontecimiento que arrancó el mecanismo que finalmente terminó con la catástrofe ecológica.

Otro 'motor' del desastre, según los científicos, fue una pluma mantélica, una columna estrecha de material proveniente del manto terrestre que produce puntos calientes y lugares de actividad volcánica anómala bajo la corteza del planeta.

Según explica el estudio, la intensa actividad volcánica, por su parte, generada por las plumas, envenenó la atmósfera con grandes cantidades del dióxido de carbono, metano, dióxido de nitrógeno y cianuro. Estos gases venenosos asfixiaron la vida en la Tierra paleozoica, causaron un fuertísimo calentamiento global y destruyeron también la capa de ozono de la estratosfera, dejando a la superficie terrestre indefensa ante las radiaciones dañinas del Sol.

Como consecuencia, los gases volcánicos y la disminución del oxígeno dañaron profundamente la química marina y los ciclos del carbono, lo que causó una devastación catastrófica en los ecosistemas oceánicos. Sin embargo los autores del estudio reconocen que su teoría aún debe ser verificada y apoyada por nuevas investigaciones.