Los restos de la misteriosa criatura fueron encontrados en la playa de Rusia.
Se dice que está criatura mide alrededor de siete metros y tenía piel y el pelo.
Las pruebas mostraron que no era el esqueleto de un pez, un caimán o cocodrilo.
Las fuerzas especiales rusas se llevaron los huesos para llevar a cabo un estudio.
Con su largo cuerpo, dientes afilados y pieles, estas imágenes muestran lo que parece ser un monstruo salido de una película de terror.
Las primeras personas que lo encontraron quedaron desconcertados por el esqueleto del animal desconocido, que fue encontrado por los soldados varado en una playa de Rusia.
El descubrimiento llevó a las fuerzas especiales rusas para quitar la carcasa para llevar a cabo un estudio en profundidad sobre el esqueleto 'desconocido'.
Pero a pesar de las teorías que podría haber sido los restos de una criatura prehistórica, resultó que los huesos eran de hecho de una gran ballena beluga.
Los restos fueron descubiertos en la costa en Sakhalin, una isla en la parte más oriental de Rusia, que está cerca de Japón.
Las imágenes del esqueleto, que surgieron por primera vez en 2006, fueron tomadas por los soldados antes de ser retirado de la playa por las fuerzas especiales rusas.
Pero las pruebas iniciales sobre los huesos y los dientes mostraron que no era un pez, mientras que el esqueleto mostró que no era un cocodrilo o caimán.
También se dice que han medido en alrededor de los 20 metros de largo y tenía piel, y pelo.
Pero después de que varios expertos marinos echaron un vistazo a las fotos del cráneo del esqueleto, establecieron rápidamente que se trataba de una ballena beluga.
También lanzaron la imagen de un cráneo de ballena para mostrar la similitud de los dos conjuntos de huesos.
Antes de que se demostrara que podría ser ballena beluga, las teorías sobre lo que los restos podrían haber oscilado de una ballena a un plesiosaurio, una prehistórica criatura marina de la era del Triásico.
El año pasado los restos de una criatura de aspecto similar con un cuerpo y cuernos largos de cuatro metros, se encontraron en Villaricos, España.
Un desafortunado nadador se tropezó con la cabeza antes de venir en todo el resto del cuerpo.
Se desconoce el origen exacto de la criatura y debido a la magnitud del deterioro que significaba la mayor parte de los restos tuvieron que ser enterrados por razones de seguridad.