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sábado, 14 de diciembre de 2013

Temperaturas altas y fenómenos climáticos extremos en 2013


Constantes temperaturas altas a escala mundial y numerosos fenómenos climáticos extremos en todo el mundo caracterizan el año 2013, camino de convertirse en uno de los diez años más cálidos desde que comenzaron los registros modernos en 1850. Según una declaración provisional sobre el clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los nueve primeros meses del año, de enero a septiembre, constituyeron el séptimo período más cálido registrado, junto al año 2003, situándose las temperaturas mundiales de la superficie del océano y la tierra 0,48 grados Centígrados por encima de la media del período 1961-1990.


La declaratoria del organismo especializado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua en el mundo sirvió de información a los negociadores de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP19, que finalizó con magros resultados en Varsovia, Polonia.

Para la OMM, el período de enero y septiembre de 2013 fue más cálido que los de 2011 y 2012, cuando el evento de La Niña provocó un enfriamiento.

Según los investigadores, durante los nueve primeros meses de 2013 no se dieron condiciones características de La Niña ni de El Niño y no se prevé que aparezcan antes de fines de año. La ocurrencia de esos eventos es un importante factor condicionante del clima. En los dos años más cálidos desde que se tienen registros, 2010 y 1998, se produjeron episodios de El Niño.

En 2013 las temperaturas altas más extremas ocurrieron en Australia. Hasta la fecha, las temperaturas son aproximadamente las mismas que las medias de 2001-2010, el decenio más cálido registrado, según el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

Todos los años más cálidos se han dado a partir de 1998 y este año continúa la tendencia. Actualmente, los años más fríos son más cálidos que los períodos más calurosos anteriores a 1998.

Por otra parte, las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero alcanzaron nuevos máximos históricos en 2012 y se prevé que volverán a alcanzar niveles sin precedentes en 2013. Ello significa un futuro más caluroso.

La OMM confirma que el nivel del mar a escala mundial alcanzó un nuevo máximo sin precedentes. La subida del nivel del mar hace que las poblaciones costeras sean cada vez más vulnerables a las mareas de tempestad.

El nivel marino aumenta en una media de 3,2 milímetros al año, con una variabilidad interanual desde que empezaron las mediciones satelitales con altímetro en 1993. La cifra supera la media de unos tres milímetros al año en el decenio de 2001 a 2010, y duplica la tendencia del siglo XX, de 1,6 milímetros al año.

El nivel del mar seguirá aumentando debido a la fusión de los casquetes de hielo y los glaciares. Más del 90 por ciento del calor adicional generado a partir de los gases de efecto invernadero es absorbido por los océanos.

Aunque el hielo marino del Artico se recuperó ligeramente después de una fusión de grandes proporciones y sin precedentes en 2012, este año se observa uno de los niveles más bajos.

Desde los inicios de las mediciones satelitales en 1979, en el decenio 2001-2010 ocurrió el mayor promedio anual de fusión del hielo marino del Artico del que se tengan registros, dándose los siete valores más reducidos de esa superficie desde 2007 hasta la fecha.

Según el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielos de Estados Unidos, en marzo la superficie del hielo marino en el Artico alcanzó la máxima extensión anual de 15,13 millones de kilómetros cuadrados, unos 0,5 millones de kilómetros cuadrados menos que la media del período 1981-2010.

La superficie del hielo marino del Artico alcanzó la mínima extensión de su ciclo anual en septiembre, 5,1 millones de kilómetros cuadrados, la sexta menor jamás registrada, cifra inferior en 18 por ciento, casi 1,1 millones de kilómetros cuadrados, al promedio mínimo de 1981-2010.

En la Antártida, por segundo año consecutivo la extensión del hielo marino en septiembre en esa región alcanzó un valor máximo de 19,47 millones de kilómetros cuadrados. Superior en unos 30 mil kilómetros al récord anterior de 2012, y en 2,6 por ciento al promedio de 1981a2010.

Los científicos consideran que los cambios de la circulación atmosférica observados en los tres últimos decenios, los cuales modifican a su vez los vientos dominantes en la Antártida, guardan relación con ese incremento. No obstante, también creen es posible se deba a una suma de factores, entre ellos los efectos del cambio de la circulación oceánica.

La Antártida difiere del Artico en que este último está compuesto por agua rodeada de tierra, mientras ella está compuesta por tierra rodeada de aguas de alta mar. La configuración de los vientos y las corrientes oceánicas aislan la Antártida de los patrones climáticos mundiales, manteniendo frío ese continente.

En los primeros nueve meses de 2013 se registraron temperaturas superiores a la media en la mayoría de las superficies terrestres del mundo, sobre todo Australia, el norte de América del Norte, noreste de América del Sur, norte de Africa y gran parte de Eurasia.

No obstante, se observaron temperaturas inferiores a la media en una región concentrada de América del Norte, el centro de América del Sur y las aguas del océano Pacífico oriental en la costa de Ecuador, una pequeña región del norte de Rusia y partes del noreste de Asia.

La región ártica registró temperaturas considerablemente más cálidas que la media. Esas temperaturas cálidas en el Artico y frías en el continente son características de la fase negativa de la Oscilación del Artico, que genera un flujo de aire frío hacia latitudes más bajas.

A principios de noviembre de 2013, la actividad mundial de los ciclones tropicales se acercó con un total de 86 tormentas (velocidad del viento igual o superior a 63 kilómetros por hora), al promedio del período 1981-2010, de 89 tormentas.

En el Atlántico Norte se produjeron 12 tormentas con nombre, siendo el promedio estacional del período 1981-2010 de 12 tormentas.

En 2013 la cuenca oriental del Pacífico Norte registró una actividad de huracanes superior a la media. Con un total de 17 tormentas, ocho de ellas alcanzaron categoría de huracán, y uno de ellos de gran intensidad.

Dos ciclones tropicales, procedentes de dos cuencas distintas (Ingrid en el Atlántico Norte y Manuel en el Pacífico nororiental), azotaron México casi de forma simultánea. En total, 24 de los 31 estados mexicanos fueron afectados.

A principios de noviembre, la temporada de tifones en el Pacífico noroccidental registraba 30 tormentas, incluidos 13 tifones, superando el promedio de 26 tormentas del período 1981-2010. El tifón Haiyan (conocido en Filipinas como Yolanda), uno de los ciclones tropicales más intensos, devastó Filipinas y golpeó duramente Vietnam.

El norte del océano Indico tuvo una temporada inferior a la media, con solo dos ciclones tropicales frente al promedio de cuatro de 1981 al 2010. La tormenta Phailin se convirtió en la más intensa de la cuenca norte del Indico desde 1999.