A 155 ascendió hoy la cifra de muertos tras el terremoto de 7,2 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió la región filipina de Visayas Central. Decenas de personas permanecen hospitalizadas por heridas y quemaduras y alrededor de tres millones de filipinos resultaron damnificados tras el sismo, puntualizó una nota del diario Philippine Inquirer.
Iglesias y edificaciones civiles y del gobierno se desplomaron por el estremecimiento provocado desde el epicentro del temblor de tierra, ubicado a solo dos kilómetros al sureste de Carmen, en la provincia Bohol.
Las autoridades temen un aumento de la cantidad de fallecidos ya que los socorristas no han podido llegar a un hospital devastado, especificó a la prensa el policía Carl John Legazpi.
Los agentes colocan decenas de tiendas de campaña para los desplazados, mientras que otros sin viviendas se albergan con familiares, señaló el gobernador de Bohol, Edgardo Chatto.
El jefe militar regional, teniente general Roy Deveraturda, explicó que el Ejército está preparado pero las huestes necesitan vías alternativas para llegar al lugar del desastre porque el temblor destrozó el atracadero de Tagbilaran, capital provincial de Bohol, y rajó la pista del Aeropuerto Internacional de Cebú.
El director de la Policía de Visayas Central, Danilo Constantino, resaltó -en declaraciones al periódico Philippine Star- la necesidad de mantener la calma y activó además un alerta de tsunami.
Según el director del Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas, Renato Solidum, se han registrado centenares de réplicas después del temblor, algunas de ellas con una magnitud de más de 5,0 grados en la escala abierta de Richter.
De acuerdo con el ministro de Obras Públicas y Autopistas, Rogelio Singson, 14 puentes recibieron daños considerables y 10 iglesias quedaron afectadas por el sismo, entre ellas la Basílica Menor del Santo Niño, en Cebú, el monumento más antiguo del país que data del siglo XVI.
Filipinas se encuentra ubicada sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, zona de intensa actividad sísmica y volcánica, sacudida por unos siete mil temblores al año.
